
La semana pasada estuve en el pueblo.
Fui con mi familia al lugar que me inspiró Tierra sobre la memoria con el propósito de hacer unas fotos.
Cómo me sentí debajo de aquella encina con un libro publicado por mí entre mis manos… con mis seres queridos…CON QUÉ POCO SE PUEDE SER FELIZ, escribí debajo de aquella foto.
Me planteé lo que es la felicidad como tal.
Es difícil saber de alguien que no es feliz. Pienso que la felicidad en sí no existe. Hechos, pensamientos, sueños… nos hacen felices, o infelices.
Pero hay siempre algo a lo que agarrarnos con fuerza.
Por eso es tan efímera la felicidad, tanto como tú la quieras sentir.
Supongo que por eso existe la felicidad completa, de la que tanto hablan…
Desde mi experiencia, la felicidad son momentos. Entiendo que cuantos más momentos felices experimentas, más feliz eres. Pero también al contrario.
Preparando una foto para esta entrada, he puesto felicidad en el buscador. Me ha respondido con un niño montado en una bici, varios amigos abrazándose, una mujer al borde de un precipicio con la puesta de sol tras ella, una joven tirada en un sofá color mostaza…
La felicidad es aquello que queramos.
Cualquier cosa. Desde comer algo que te gusta hasta una canción.
No nos pongamos objetivos inalcanzables.
La felicidad completa existe si la buscas en las pequeñas cosas.
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