
He pensado mucho en este post.
He considerado si publicarlo o no.
He meditado lo que supondría para mi carrera como escritora, que tanto deseo y tanto valoro.
Porque quiero que me lean. Porque no sé vivir sin escribir, pero como dijo Ruiz Zafón:» Un escritor nunca olvida la primera vez que recibe(…) un elogio a cambio de una historia».
Cuando empecé a escribir sobre la posguerra española conocía poco sobre el tema. La documentación fue exhaustiva, y lo que busqué en todo momento fueron testimonios.
Quise escribirla en tercera persona, narrador omnisciente, para poder reflejar todo lo que viera.
Incluso traté de ser equitativa con ambos «bandos».
En Tierra sobre la memoria e Indómita Aurora se habla de las personas.
De todas.
Incluso de las que no perseguían ningún ideal.
Pero durante la documentación me posicioné. Yo. La escritora.
Yo tengo mi opinión.
Quienes ya me hayáis leído, no necesitaréis está explicación.
Pero este tema tan controvertido merece que la autora en la que dos libros ha retratado la sociedad española durante la guerra y la posguerra, dé la cara.
Y aquí estoy.
Durante la guerra cada uno perseguía unos ideales. Y en base a eso, se dieron bien. Es cierto que fue una guerra injusta, motivada por un golpe de Estado que procedía de los que buscaban el poder a toda costa( como quedó demostrado). Las personas que defendían la República, se defendían, como he dicho. Se defendían de un ataque. Que la guerra fue sanguinaria, que los ataques fueron terribles, y quién ganó, ya lo sabemos.
Lo que pasó en la posguerra no tiene voz, ni ha tenido castigo.
Los represores utilizaron todo su poder y su fuerza.
Eso es lo que se narra en mis dos novelas. Cómo vivían unos y otros. Las penurias que pasaron los perdedores. Qué movía a los vencedores.Las personas. Su vida. Sus muertes.
Hasta ahora, de las personas que la han leído, teniendo un pensamiento político u otro, han estado de acuerdo en cómo se narra.
Puedes vivir en 1943 junto a Irene una posguerra descarnada.
Puedes ir de la mano de Aurora en 1971 buscando una respuesta a un asesinato a sangre fría.
Como escritora he procurado reflejar la sociedad lo mejor posible.
Como persona tengo mi opinión.
Para juzgar, solo tienes que leer mis novelas.
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