Miro hacia la Punta del Medio. Al otro lado está la Playa de los Olivos, donde tantas jornadas disfruté durante aquella época. Mi apartamento quedaba muy cerca, también el lugar en el que me he detenido esta mañana para ver el amanecer. Trato de recordar lo que he visto unas horas antes, pensando en que, quizá, el asesino haya podido volver al lugar buscando el bolso que acabamos de encontrar. Una playa desierta y un cielo que se iluminaba lentamente. Eso he visto. Y los ojos de Joan desde el otro lado del sol. Los mismos que me contemplan ahora.
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Me lo he cogido, ya te diré 😊